-¿Te vas?
-Eres tú el que lleva el diablo en el cuerpo. Estar sentado y quieto no significa que no se esté corriendo, y tú ni siquiera corres, vuelas. Estás muy lejos de aquí, Ventura.
-Es cierto -convinió él-. O al menos debería estarlo.
-¿Adónde vas?
-No lo sé
Dejó de acariciarle la mejilla y abrazó sus rodilas extendiendo ambos brazos hasta apoyar la barbilla en ellas. Su mirada volvió a perderse en el mar.
-Bien -asintió una vez más- Si no sabes adónde vas, siempre llegarás a alguna parte.
-¿Has llegado tú a alguna parte?
-Estoy ahí hace mucho, mucho tiempo.
domingo, 25 de mayo de 2008
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